l argentino Ricardo Gareca anunció su renuncia como director técnico de la selección chilena luego de la eliminación del equipo en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026. La decisión se concretó tras la derrota por 2-0 ante Bolivia en el estadio Municipal de El Alto, un resultado que dejó a La Roja sin posibilidades matemáticas de clasificar, incluso al repechaje, y en el último lugar de la tabla continental.
La salida de Gareca se formalizó en una reunión en los vestuarios con el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad, y el secretario Jorge Yunge, tras el partido en La Paz. El técnico, visiblemente afectado, comunicó su decisión al plantel y, aunque inicialmente reacio a hablar con la prensa, ofreció una breve conferencia donde expresó su gratitud: "Intentamos pelear hasta el final. Quiero agradecer a los jugadores, dirigentes y a todos por el respaldo. Queríamos descomprimir la situación". Negó que su partida estuviera motivada por cuestiones económicas, a pesar de las críticas sobre su salario de 3.5 millones de dólares anuales, uno de los más altos de la región.
El ciclo de Gareca, que comenzó en enero de 2024 con grandes expectativas debido a su exitoso paso por la selección peruana, terminó con un balance desalentador. En 13 partidos oficiales, logró solo una victoria (ante Venezuela), tres empates y ocho derrotas, con un rendimiento del 8.3% en competiciones oficiales, el más bajo en la historia de La Roja.
La eliminación marca el tercer Mundial consecutivo (2018, 2022 y 2026) que Chile no disputará, un contraste con la generación dorada que brilló bajo Jorge Sampaoli en 2014 y 2015. Milad evitó asumir responsabilidad directa y señaló que el próximo técnico será elegido por un nuevo gerente deportivo, aún por designar, con el objetivo de cerrar las Eliminatorias ante Brasil y Uruguay en septiembre y preparar el camino hacia el Mundial 2030. Entre los nombres que suenan como posibles reemplazos destaca Manuel Pellegrini, aunque no hay confirmaciones.
Gareca, quien había generado ilusión por clasificar a Perú al Mundial 2018 y alcanzar la final de la Copa América 2019, no logró replicar su éxito en Chile. Las críticas apuntaron a su falta de autocrítica, una planificación deficiente y la incapacidad de consolidar un estilo de juego. En redes sociales, hinchas calificaron su gestión como “un desastre absoluto” y cuestionaron decisiones tácticas, como la dependencia de veteranos como Arturo Vidal sin una base sólida para el futuro.
La ANFP, que activó una cláusula contractual para finalizar el vínculo sin indemnización tras la eliminación, enfrenta ahora el desafío de reconstruir un proyecto deportivo en crisis. Mientras tanto, el fútbol chileno se despide de un proceso que prometía mucho, pero que, según los medios, “quedará como uno de los peores de su historia