moción e incertidumbre de principio a fin, el Inter de Milán superó por 4-3 al Barcelona en el Giuseppe Meazza y con el global de 7-6, sacó boleto rumbo a la gran final de Múnich, donde espera por el Arsenal o el París Saint-Germain.
Los Nerazzurri fue más eficaz que su rival en la primera parte del compromiso, llegando al primero a los 21 minutos a través de su goleador, Lautaro Martínez. Posteriormente, una falta dentro del área por parte de Pau Cubarsí en contra de Martínez, otorgó un tiro libre penal que el turco Hakan Calhanoglu cambió por gol a los 45 minutos para mandar el duelo al descanso con el 2-0.
En la segunda parte se vendría la reacción del Barcelona, con el descuento a los 54 minutos por intermedio de Eric García, luego con el empate de Dani Olmo, con golpe de cabeza a los 60' y luego con el tercer tanto por obra del brasileño Raphinha, con un remate cruzado tras un primer intento.
Cuando todo apuntaba una épica remontada del conjunto Bleugrana, el zaguero Francesci Acerbi anotó el empate sobre el cierre del encuentro, tras ingresar al área y definir como un delantero, tras recibir un centro de Denzel Dumfries a los 90+3'.
En la prórroga, Inter de Milán tuvo más resto físico y selló el cuarto tanto definitivo, de la mano de Davide Frattesi a los 99 minutos para el 4-1.
Con este resultado, el Inter de Milán llega a su segunda final consecutiva de UEFA Champions League, la séptima en su historia dentro de la competencia, donde buscará la revancha en Alemania, ante su próximo rival, que saldrá de la llave entre Arsenal y el PSG.